Primero es sumamente importante que identifiques tu tipo de piel para mantenerla saludable. Todos los tipos de piel requieren una rutina diaria de limpieza e hidratación, aunque los pasos son prácticamente los mismos para todos los tipos. Es indispensable el uso de protector solar haya o no sol, pues aunque no lo creas, la luz de nuestros dispositivos móviles también afecta y es, en la actualidad, una de las causas del envejecimiento prematuro. Ahora vamos a ayudarte a identificar tu tipo de piel y qué productos son adecuados para ella.
•Piel normal
“Normal” es un término utilizado ampliamente para referirse a la piel bien equilibrada.
– Poros finos.
– Buena circulación sanguínea.
– Textura aterciopelada, suave y lisa.
– Transparencia uniforme de color rosado, fresco.
– Ausencia de impurezas.</span></span></p>
Si tu piel es normal es una piel equilibrada que tan solo requiere los cuidados básicos, una limpieza normal dos veces al día, en la mañana y en la noche, además de tonificación (tónico Hamay o Hawka de Nunandes) e hidratación (aceite de plantas andinas o regenerante de cacay y mortiño) con productos para piel normal.
•Piel grasa:
“Grasa” se utiliza para describir un tipo de piel con producción acrecentada de sebo. La hiperproducción se conoce como seborrea.
– Poros agrandados, claramente visibles.
– Brillantez.
– Piel engrosada y pálida: los vasos sanguíneos pueden no ser visibles.</span></span></p>
•En la piel grasa se necesita evitar el uso de productos aceitosos para controlar y disminuir el exceso de grasa que se produce. Además este tipo de piel es propensa al acné y las espinillas, por lo que requiere de cuidados especiales. Usa productos de limpieza para piel grasa dos veces al día, para eliminar el exceso de grasa, el maquillaje y la suciedad. Utiliza un tónico sin alcohol (tónico Hamay Nunandes), después de lavar la cara, para eliminar por completo la grasa. Usa protector solar Nunandes e hidrata dos veces al día la piel con un hidratante ligero para piel grasa hecho a base de agua, prefiere los productos en gel o serum (aceite regenerante tipo serum de cacay y mortiño).
•Piel seca:
“Seca” se utiliza para describir un tipo de piel que produce menos sebo que la piel normal. Como consecuencia de la falta de sebo, la piel seca carece de los lípidos que necesita para retener humedad y formar un escudo protector frente a influencias externas.
– Descamación leve o consistencia laminosa en parches.
– Aspecto áspero o lleno de manchas (en ocasiones parece envejecida prematuramente).
– Sensación de tirantez.
– Posible picor.
•La piel seca requiere de mayor hidratación, ya que suele estar áspera, opaca y presenta arrugas, manchas y despellejamientos. Lava la cara con productos como agua micelar, leches o aceites hidratantes (aceite regenerante de cacay y mortiño o el aceite hidratante de plantas andinas Nunandes). Evita los productos fuertes que eliminan demasiada grasa de la piel. Procura tomar mucha agua y aplica bálsamos labiales Nunandes en la boca para evitar la resequedad. No es necesario uses el tónico (tónico Hawka Nunandes) diariamente, con dos o tres veces a la semana será suficiente. Apuesta por la utilización de una mascarilla facial hidratante dos veces a la semana.
•Piel mixta:
La piel mixta es, como su nombre indica, una piel que consta de una mezcla de tipos de piel.
– Zona T grasa (frente, mentón y nariz).
– Poros agrandados en esta zona, tal vez con algunas impurezas.
– Mejillas entre normales y secas.
Realiza una limpieza facial suave en las mañanas y en las noches para eliminar el aspecto aceitoso de las zonas grasas. Invierte en un jabón limpiador de Mama Tungurahua y después aplica un tónico (tónico Hamay o Hawka de Nunandes), para cerrar los poros y dar un textura suave y fresca a la piel.
•Piel sensible:
La piel sensible reacciona de forma excesiva al viento, al frío, al uso de productos inadecuados, a una limpieza muy enérgica o a las aguas de gran dureza.
– La piel sensible natural: piel es fina, clara, a veces un poco seca, se descama en superficie, enrojece fácilmente (puede ser el principio de una cuperosis).
– La piel sensible reactiva: el frío, el sol, el viento, los cuidados de higiene inadecuados, estropean su piel.
Un peeling, una intervención láser, pueden ocasionar que su piel reaccione activamente.
– La piel ocasionalmente sensible: una afección cutánea, tal como una dermatitis seborreica, un acné rosácea, así como otras muchas situaciones activan la sensibilidad de su piel.
•Lo recomendable para quienes tienen la piel sensible es que visiten al dermatólogo para tratar mejor los problemas específicos que pudieran presentar, como irritación, rojeces, tirantez y picor. A este tipo de pieles les puede afectar la suciedad, el polvo, el sol, varios tipos de cremas, jabones y lociones.
Por lo tanto, se deben buscar productos específicos para limpiar el rostro, como jabones neutros, sin perfumes; además de cremas y lociones con las mismas características, idealmente recetadas por el dermatólogo para evitar empeorar los problemas de irritación, rojez y manchas. Te recomendamos el aceite regenerante de cacay y mortiño de Nunandes, ha dado muy buenos resultados en pieles sensibles.
Evita los productos que contengan alcohol o químicos abrasivos, y siempre aplica protector solar Nunandes para prevenir los daños que pueda causar el sol relacionados con manchas y rojeces.
•Guarda esta información y toma siempre en cuenta estos consejos para cuando estés a punto de adquirir productos para el cuidado de tu piel. Recuerda que el protector solar y la hidratación es indispensable para cualquier tipo de piel.