El olfato siempre fue un sentido infra valorado dentro del área médica, sin embargo, el sistema olfativo ha sido nuevamente considerado como parte valiosa de procesos de aprendizaje y salud del ser humano a partir de 2017, donde a raíz de un estudio publicado en la Revista Science por el Dr. John P. McGann, menciona que el bulbo olfativo contiene un número similar de neuronas al de otros mamíferos, lo que confirma que el ser humano tiene excelentes habilidades olfativas y también la neuroanatomía afirma que el olfato está asociado tanto a la cognición, como a la emoción.
Existe una relación directa del bulbo olfatorio y la inteligencia emocional, este es parte del sistema límbico, el cual es un conjunto de estructuras cerebrales directamente relacionadas con las emociones y la memoria.
De una manera inconsciente el sistema límbico hace una fuerte asociación entre el olor y el contexto. ¿Cómo?, la amígdala y el hipocampo son estructuras importantes en esta asociación, la amígdala encargada de procesar emociones, y el hipocampo, relacionado con el aprendizaje asociativo, el bulbo olfativo tiene acceso a estas estructuras y al estimular el olfato de manera intencional, con respiración consiente, afirmaciones o meditación guiada, la mente ayuda a producir un estado de ánimo inducido por la intención y apoyado por el aroma.
Al estimular este proceso de asociación elevada con aromas naturales dentro de la psicoterapia, asiste a cultivar una mente positiva e inclusive reducir síntomas de ansiedad, depresión y otros desbalances mentales y emocionales.